(1 Timoteo 3:1-7)
3:1 Si alguno anhela (Heb. 11:16) (busca; haciendo esfuerzo por obtener) obispado —
- A. ¿Qué es el obispado? Episkope, visitación (1 Ped. 2:12). Episkopos, un supervisor (epi, sobre, skopeo, mirar o vigilar). Hech. 20:28; Fil. 1:1; 1 Tim. 3:2; Tito 1:7; 1 Ped. 2:25 (Cristo es llamado “el obispo de vuestras almas”).B. Los ancianos de una congregación son los obispos de esa congregación, Hech. 20:17, 28. Debe haber ancianos en cada congregación, Hech. 14:23; 11:30. Este es el orden establecido por Dios.
C. Los obispos son los líderes de una congregación; por eso, deben ser hombres fuertes y dedicados a Dios, como Moisés, Josué (1:7), y Samuel. “Velad, estad firmes en la fe; portaos varonilmente, y esforzaos” (1 Cor. 16:13). “Donde no hay dirección sabia, caerá el pueblo” (Prov. 11:14). La obra de los obispos es la “dirección sabia” de una congregación. Sin la “dirección sabia” la congregación — al igual que el gobierno, el hogar, la empresa, etc. — no funciona bien. Israel cayó por causa de sus pastores infieles (Ezeq. 34).
— buena obra desea — Hech. 20:28-30; 1 Ped. 3:1-4; Heb. 13:17; compárese Ezeq. 34:1-6 (Heb. 12:12, 13).
- A. El obispado no es para el hermano “al cual le gusta tener el primer lugar” (3 Jn. 9). “Siempre ha habido quienes desean mandar, dirigir, o dar órdenes, pero no se ocupan en hacer la obra” (Notas Sobre 1 Timoteo, por Bill H. Reeves), pero Pedro dice a los ancianos, “No como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey” (1 Ped. 5:3).B. Más bien, el obispado es una obra, la de “apacentar (poimaino) la iglesia del Señor” (Hech. 20:28). Poimaino quiere decir pastorear (Luc. 17:7). Espiritualmente el pastorear incluye (1) el instruir; (2) el exhortar o amonestar; (3) (siendo hombres espirituales su trabajo es) buscar a las ovejas descarriadas para restaurarlas al redil, Gál. 6:1; (4) el disciplinar (Rom. 16:17, 1 Cor. 5; 2 Tes. 3), y (4) proteger (compárese Hech. 20:29, 30). Heb. 13:17 dice que los pastores “velan por vuestras almas”; aunque en este texto aparece la palabra hegoumenois, pastores es traducción correcta porque los pastores (obispos, ancianos) son los líderes que velan por las almas de los miembros de la congregación.
C. Por lo tanto, el hermano que anhela, busca, desea obispado ama el rebaño (la iglesia). Ama a las ovejas y, por eso, conoce a todas las ovejas del redil (Juan 10:4, 14), y sabe cómo alimentarlas.
D. La palabra apacentar (poimaíno), significa pastorear o cuidar. Esto incluye la dirección, la alimentación y la protección.
E. El trabajo de los pastores — al igual que el de los apóstoles, profetas y evangelistas — es el edificar (perfeccionar) a los santos (Efes. 4:11, 12). Compárese 2 Tim. 2:2 (el trabajo encomendado aquí para el evangelista es también el trabajo de los pastores), porque estos deberían entrenar obreros de toda clase (p. ej., maestros, directores de cantos y oraciones, los que se encargan de repartir la cena y recoger la ofrenda).
F. Todo hermano — aun el neófito (1 Tim. 3:6) — que piense que algún día quisiera ser un anciano, debe tener delante de los ojos todos los días los requisitos para obispos de 1 Tim. 3; Tito 1. De esta manera estos requisitos serán la meta hacia la cual van avanzando día tras día. Desde luego, al avanzar hacia esta meta, también estará avanzando hacia el premio final (Fil. 3:14).
3:2 Pero es necesario que el obispo sea irreprensible (Tito 1:6) — Ahora Pablo explica los requisitos para obispo. Los hermanos que reúnan estos requisitos y sean escogidos por la congregación para ser obispos son puestos por el Espíritu Santo (Hech. 20:28).
- A. Anepilemptos, irreprochable, intachable, no expuesto a censura, sin reprensión (6:14). Compárense Jn. 8:46; Hech. 20:18, 33, 34; Gén. 31:36-42; 1 Sam. 12:3, 4.B. 3:7 “También es necesario que tenga buen testimonio de los de afuera”. Compárese 1 Tim. 4:12; Tito 2:6-8. Si “los de afuera” respetan a los obispos, respetarán también a la iglesia, pero si pueden destruir al liderato, pueden destruir la congregación.
C. Otro término traducido irreprensible es aproskopos, Fil. 1:10, sin ocasión de tropiezo. Los pastores — como también los evangelistas y otros miembros — que no son irreprensibles causan tropiezos (Mat. 18:6, 7).
D. La espiritualidad de una iglesia puede ser medida por la espiritualidad de los obispos.
— marido de una sola mujer — Omítase la palabra sola, pues el griego dice “una mujer” (lo mismo en 5:9, “un marido”). El obispo tiene que ser hombre casado que no es polígamo ni bígamo. Tampoco puede ser marido de una mujer con la cual no tiene el derecho de vivir (Mat. 19:9). El viudo que se haya vuelto a casar es marido de una mujer. El que haya repudiado a su mujer por causa de fornicación y vuelto a casarse es marido de una mujer. “Notemos también que Pablo no dice, ‘que haya sido casado una sola vez’. El texto griego dice literalmente, ‘Es necesario … ser … marido de una mujer’. Pablo no condena las segundas nupcias en sí (Rom. 7:3; 1 Cor. 7:39; 1 Tim. 5:14)” (BHR).
— sobrio — Nephalios, literalmente, estar libre de la influencia de productos embriagantes pero, metafóricamente, se asocia con la vigilancia: (“velemos y seamos sobrios”, 1 Tes. 5:6, 8). Significa pues, templado, cordura. Esto indica la madurez (Heb. 5:12-14) y la espiritualidad. Los hermanos carnales (1 Cor. 3:1-3) no deben ser escogidos para pastores.
— prudente — Sofrona, de mente sana o juiciosa, con dominio propio, sensato. “¿Pues, qué, no hay entre vosotros sabio, ni aun uno, que pueda juzgar entre sus hermanos” (1 Cor. 6:5). Los pastores deben ser hermanos sabios y juicios, no solamente para instruir, sino en cualquier problema poder juzgar entre sus hermanos, y aun llevar a cabo la disciplina en la iglesia (1 Cor. 5; 2 Tes. 3).
— decoroso (de conducta decorosa, LBLA) — Kosmion, ordenado, bien dispuesto, decente, modesto. Desde luego, “El ordenamiento no se refiere sólo a su vestido y comportamiento, sino a la vida interna, ciertamente pronunciándose y expresándose de una manera manifiesta en el comportamiento externo” (Trench, citado por WEV). (Compárese 2:9).
— hospedador — Philoxenon, teniendo amor a los extranjeros. Rom. 12:13; Heb. 13:2; 1 Ped. 4:9, “sin murmuración”. El hogar del pastor debe estar abierto a los santos que busquen consejos y ayuda. A veces su hogar es el sitio de las reuniones de la iglesia. El hogar de los hermanos es el “púlpito” para enseñar a otros; por eso, Juan prohíbe que se reciba en casa al que no trae la doctrina de Cristo (2 Jn. 9-11). Compárese 3 Jn. 5-8.
Los cristianos sufren hasta el despojo de sus bienes materiales (Heb. 10:34) y, aparte de los hermanos, no tienen a quién acudir; por eso, en el Nuevo Testamento hay mucho énfasis sobre la hospitalidad, y los pastores han de ser ejemplos en esto también.
Lamentablemente algunos abusan de esta hermosa virtud, aprovechándose de la hospitalidad de hermanos fieles. Hay hermanos fieles que merecen la atención (como ya se explicó), pero “Entre algunos prevalece la práctica de viajar a su gusto, llegando a hogares sin aviso, y luego esperando que la familia les atienda gratuitamente. Tales saben que la cultura obliga a la gente a recibirles y atenderles. Son irresponsables, y aprovechados. Si en algún caso no son atendidos como ellos quisieran, acusan a la casa de no ser ‘hospitalaria’. Esta acusación falsa e injusta revela la completa falta de respeto hacia la enseñanza bíblica” (BHR).
— apto (capacitado, calificado, competente) para enseñar — para impartir la leche (Heb. 5:12; 1 Ped. 2:2), como también el alimento sólido (Heb. 5:14); en fin, debe enseñar “todo el consejo de Dios” (Hech. 20:20, 27). Esta calificación requiere el estudio diligente, porque el anciano no puede explicar la Biblia si él mismo no la entiende. Uno no puede dar lo que no tiene. Los hermanos que anhelan obispado deben ser de los más diligentes en el estudio bíblico.
- A. El obispo debe ser “Retenedor de la palabra fiel tal como ha sido enseñada, para que también pueda exhortar con sana enseñanza y convencer a los que contradicen … es preciso tapar la boca” (Tito 1:9-11). En primer lugar no es posible ser retenedor de la palabra si todavía no la ha aprendido, y si no es retenedor de ella, será imposible que exhorte a otros y que convenza a los que contradicen.B. Así pues, el obispo tiene que estar preparado (en conocimiento y en convicción) no sólo para enseñar, sino también para discutir y para defender la verdad (Judas 3). Para el estudio algunos se han hecho tardos (para oír) o perezosos, la misma palabra, nothroi (Heb. 5:11; 6:12).
C. Pablo aun habla de ancianos que se dedican tiempo completo a la obra: “Los ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por dignos de doble honor, mayormente los que trabajan en predicar y enseñar. Pues la Escritura dice: No pondrás bozal al buey que trilla; y: Digno es el obrero de su salario” (5:17, 18). Es muy lógico y justo que los ancianos reciban salario, porque el obispado es una obra muy buena y al mismo tiempo una obra muy exigente.
D. Pero aunque haya, aparte de los ancianos, otro(s) predicador(es) en la congregación, los ancianos son responsables por la enseñanza de la iglesia. Los predicadores reconocen que ellos darán cuenta a Dios por lo que predican y, por eso, dicen que nadie les dirá lo que deberían predicar, pero los obispos supervisan todo aspecto de la vida congregacional y esto incluye toda la enseñanza. El predicador está equivocado si piensa que él no tiene que dar cuenta a los ancianos o que estos no le pueden hacer sugerencias y exhortarle, pues los ancianos son responsables por su propia enseñanza, por la de los maestros (hombres y mujeres) y también por lo que el predicador (local o visitante) enseñe pública o privadamente a los miembros.
3:3 no dado al vino — Paroinon. Borracho, Tito 1:7; Prov. 23:29, 30.
— no pendenciero — me plékten, no pleitista, no luchador, no violento. Hermanos pleitistas son soberbios, egoístas y carnales que solamente quieren imponer su opinión personal. Los tales muestran que tienen mal genio y que no son tratables. Su regla es que “se haga lo que yo digo sin preguntar”. Solamente quieren salirse con la suya, y ¡ya! La iglesia que escoja al pendenciero como anciano invita problemas serios. Pablo pidió que los hermanos oraran por él “para que seamos librados de hombres perversos (irrazonables, LBLA, margen)” (2 Tes. 3:2). Los hombres irrazonables no deben ser seleccionados para obispos. Algunos no pueden tener desacuerdos sin ser desagradables.
- A. Dice Sant. 3:17, “La sabiduría que es de lo alto es … pacífica, amable”, epiekés, condescendiente, La Biblia de Las Americas, razonable, margen; moderado, equitativo, Fil. 4:5; 1 Ped. 2:18 (Imágenes verbales en el Nuevo Testamento, por A. T. Robertson); comprensiva (Nuevo Testamento Interlineal, por F. Lacueva). El hermano, pues, que es epiekés no es nada vanidoso ni enaltecido, sino que se presta para ser consultados. Sus oídos están abiertos a los santos bajo su cuidado.B. No es difícil conocer el carácter del hermano bajo consideración para el obispado. Si un hermano tiene carácter intratable en el hogar, será igual o peor en la iglesia. Si no se lleva bien con su esposa e hijos, y ha tenido problemas con los miembros, ¿cómo actuaría si fuera uno de los ancianos?
C. Como dice el hermano Bill H. Reeves, “El anciano bíblico … no resuelve problemas con los puños”, pero esto es precisamente lo que el pendenciero quiere hacer, empleando lenguaje carnal (palabras abusivas, insultantes), como si fuera un borracho.
— no iracundo, Tito 1:7. “El amor … no se irrita” (1 Cor. 13:5). El iracundo destruye lo que otros edifican; por eso, el escogerlo para ser obispo será desastroso para la iglesia. Pablo dijo a la iglesia de Roma, “estáis llenos de bondad, llenos de todo conocimiento, de tal manera que podéis amonestaros los unos a los otros” (Rom. 15:14); cuánto más los pastores deberían estar llenos de bondad. Véanse 1 Tes. 2:7, 11; 2 Tim. 2:24-26. Los hermanos sentimentales o hermanos que dan rienda suelta a sus emociones no deben anhelar el obispado.
— dueño de sí mismo — (Tito 1:8). El hombre que no es dueño de sí mismo es víctima de sus pasiones carnales. En lugar de promover la paz en la iglesia, promoverá “enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías” (Gál. 5:20).
— no codicioso de ganancias deshonestas — Tito 1:7. El pastor debe ser hombre honrado, sincero, honesto. En su vida diaria, en su negocio o en su empleo o en cualquier trato con otros que sea hombre de integridad. “¡Ay de los pastores de Israel, que se apacientan a sí mismos!” (Ezeq. 34:1). Estos se aprovechaban de su puesto para fines personales.
De acuerdo con 1 Cor. 16:2 cada primer día de la semana la iglesia levanta una colecta y los ancianos supervisan la administración de este dinero. Muchas veces uno de los ancianos será el tesorero. Si es codicioso de ganancias deshonestas, podría aprovecharse de este arreglo. También podría, de alguna manera, abusar de su derecho de recibir salario (1 Tim. 5:17, 18).
— sino amable — Epieikés, en contraste a ser pendenciero; equitativo, justo, que examina humana y razonablemente los hechos de un asunto. Tito 3:2 (“que no sean pendencieros, sino amables, mostrando toda mansedumbre”); Sant. 3:17 (como cualidad de la sabiduría que es de arriba); 1 Ped. 2:18 (en asociación con lo que es bueno). Rom. 15:14, llenos de bondad. El hermano amable es cortés, educado, tratable, y los miembros estarán dispuestos a acercarse a tal pastor con sus preguntas, problemas u otras consultas. Compárese la manera de Pablo con los hermanos, 1 Tes. 2:7, 11. ¿Cómo debe ser “el siervo del Señor” con la gente? 2 Tim. 2:24-26. Es indispensable que los pastores estén dispuestos a escuchar a los miembros, y que les hablen con buenas palabras. Léase lo que Santiago dice acerca de el que “es sabio y entendido entre vosotros” (Sant. 3:13-18). Los pastores deben meditar mucho sobre este texto, porque lamentablemente parece que algunos prefieren gobernar como dictadores e imponer su voluntad a fuerza de pulmón. Cada predicador y cada anciano debe preguntarse a sí mismo, “¿Qué me cuesta escuchar al hermano que tenga alguna queja?” Aun los miembros más maduros y fieles tendrán sus desacuerdos y diferencias de opinión sobre algún asunto. Los obispos que quieren gobernar bien escucharán para poder juzgar con “la sabiduría que es de lo alto”.
— apacible (no contencioso, LBLA) — ámachon, (no rencilloso, Versión Moderna).
— no avaro (no avaricioso, LBLA) — Aphilaguron (a=no; phil=amar; aguros=plata); (6:6-10). El que siempre quiere más no es hombre contento, sino avaricioso. “Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora” (Heb. 13:5), pues el no estar contento indica falta de agradecimiento.
3:4 que gobierne (dirija, 5:17; Rom. 12:8; 1 Tes. 5:12) bien su casa, que tenga a sus hijos en sujeción con toda honestidad (pues el que no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?) — El hermano que llena este requisito para pastor es fiel al Señor, pone buen ejemplo y ejerce la autoridad en su familia. El es la cabeza, el director (Efes. 5:24-25; 6:4). El provee para su familia (1 Tim. 5:8), no solamente alimento, ropa, techo, etc., sino también la instrucción y la disciplina necesarias.
— tenga hijos creyentes que no estén acusados de disolución ni de rebeldía (Tito 1:6) — En nuestra época es cada vez más difícil criar a los hijos “en disciplina y amonestación del Señor” (Efes. 6:4) porque los jóvenes tienen que vivir en un ambiente de mucha disolución y rebeldía. Entre ellos es popular ser así, y persiguen a los jóvenes cristianos que no se conforman a sus actitudes y prácticas.
— hijos creyentes — Para cumplir con este requisito ¿es necesario que el hermano tenga más de un hijo creyente? No, porque el sustantivo hijos es un término genérico e incluye uno o más; es decir, el singular se incluye en el plural: p. ej., Efes. 6:4, “no provoquéis a vuestros hijos, sino criadlos, etc.”; sin duda alguna esta enseñanza es para los padres que tienen solamente un hijo. “¿Quién dijera a Abraham que Sara habría de dar de mamar a hijos?” (Gén. 21:7); dice hijos aunque Sara tuvo solamente un hijo. “Cuando alguno muriere sin hijos, traspasaréis su herencia a su hija” (Núm. 27:8); desde luego, si hubiera tenido un solo hijo, la herencia habría sido de él. “Si alguno muriere sin hijos, su hermano se casará con su mujer, y levantará descendencia a su hermano” (Mat. 22:24); con un solo hijo habría tenido descendencia. Estos textos son suficientes para probar que el singular se incluye en el plural.
— creyentes — La palabra traducida creyentes es pista.
- A. A veces esta palabra se traduce fiel(es); p. ej., Mat. 25:21, 23, “Bien, buen siervo y fiel“; Hech. 16:15, “Si habéis juzgado que yo sea fiel al Señor”; 1 Cor. 4:2, “que cada uno se hallado fiel“; 1 Tim. 1:12, “me tuvo por fiel“; 1 Cor. 4:17, “Timoteo … fiel en el Señor”; Gál. 3:9, la traducción más apropiada es “los de la fe son bendecidos con el fiel Abraham” (Interlineal, F. Lacueva; American Standard Version) (véanse también Efes. 6:21; 2 Tim. 2:2).B. Pero también se traduce creyente(s): Hech. 16:1, “Timoteo, hijo de una mujer judía creyente”; 2 Cor. 6:15, “¿O qué parte el creyente con el incrédulo?”; 1 Tim. 5:16, “Si algún creyente o alguna creyente tiene viudas … “; 1 Tim. 6:2, “Y los que tienen amos creyentes, no los tengan en menos por ser hermanos” (aquí obviamente estos amos no son simplemente fieles, sino creyentes (cristianos) porque son hermanos; (véanse también 1 Tim. 4:3, 10; Hech. 10:45, obviamente “los fieles de la circuncisión” eran cristianos.
C. En 1 Tim. 3:4, 5 Pablo enfatiza que los hijos deben estar en sujeción a sus padres, y sería correcto decir que los que están sujetos son fieles a su padre. Sin embargo, en Tito 1:6 hay algo más, porque después de decir creyentes o fieles, dice, “que no estén acusados de disolución ni de rebeldía”; por eso, Pablo tiene en mente los jóvenes de edad. Estos son jóvenes responsables y, por eso, es lógico y razonable concluir que si no son mundanos rebeldes será porque habían obedecido al evangelio. Es muy probable, pues, que creyentes sea la traducción correcta en este texto, como en 1 Tim. 6:2 (“amos creyentes”).
— con toda honestidad (dignidad, LBLA) — (2:2; 3:8, 11; Tito 2:2, 7, “serios”), con toda gravedad, porque el criar hijos es una obligación solemne. Los padres deben tomar muy en serio esta responsabilidad.
3:5 (pues el que no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?) — En el hogar — el lugar de prueba — el hombre muestra que es capaz de cuidar de la iglesia. El hermano que no instruye ni disciplina a sus hijos descuidaría las mismas cosas si fuera anciano en la iglesia.
Posiblemente el hermano que reúna el requisito doméstico para ser obispo no podrá reunir otros requisitos. Son escasos los hermanos que reúnen este requisito (el doméstico) y, por eso, la congregación con mucho deseo de estar organizada de acuerdo al patrón bíblico debe evitar el error de escoger a tal hermano para anciano si no reúne los otros requisitos.
3:6 no un neófito (neofuton, nueva planta), — El recién convertido puede anhelar el obispado, pero todavía no está preparado para tales responsabilidades. Más bien, debe estar estudiando estos requisitos y creciendo y madurando para que un día sea calificado. Los corintios no maduraron porque estaban envanecidos (1 Cor. 4:6, 19; 5:2; 8:1; 13:4). Compárense Rom. 12:3; 1 Tim. 6:4; 2 Tim. 3:4.
— no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo — Por no estar lo suficientemente preparado y maduro para esta obra el hermano neófito podría cometer muchos errores. Incluso podría caer en el error mencionado por Pablo en Rom. 12:3, o en los casos peores, podría caer en el error de Diótrefes (3 Jn. 9, 10). Aun a los ancianos fieles era necesario la exhortación de no buscar señorío sobre la iglesia (1 Ped. 5:3).
3:7 También es necesario que tenga buen testimonio de los de afuera — 1 Cor. 5:12; 2 Cor. 7:5; Col. 4:5; 1 Tes. 4:12. Si algún hermano dice, “A mí no me importa lo que los vecinos y otros piensen de mí”, ni siquiera es cristiano y seguramente no puede ser un obispo de la congregación, pues tanto los de afuera como los fieles toman muy en serio su influencia (Mat. 5:13-16; Fil. 2:15, 16; 1 Ped. 2:12-16; 3:1-4).
Tito 1:9-11 El obispo debe defender la verdad. Debe contender por la fe, Judas 3. Debe enseñar y defender lo que Pablo afirma en Efes. 4:3-6. Debe entender y defender el plan de salvación (y exponer errores, p. ej., el calvinismo); la vida que debe llevar el cristiano; las cinco actos de culto; la organización de la iglesia (y exponer los errores de la centralización, las instituciones iglesia de Cristo, la iglesia patrocinadora); la obra de la iglesia (adorar, edificarse, evangelizar); la enseñanza bíblica sobre el matrimonio, el divorcio y segundas nupcias; el error de los que enseñan que se debe usar una sola copa para la cena porque, según ellos, el recipiente es símbolo del Nuvo Pacto; el error de los que enseñan que los días de creación no eran literales sino períodos largos (edades geológicas); el error de los que citan Rom. 14 para practicar la llamada “unidad en la diversidad” (de esa manera justificando la comunión con muchos errores, pero sobre todo los errores sobre el divorcio y nuevas nupcias), etc. El pastor tiene que velar y proteger el rebaño de los lobos (Hech. 20:28-31).
El obispo debe tener convicciones y el valor necesario para defenderlas, para no ser movido por la presión que los miembros ejerzan sobre él. Tampoco debe ser movido por las circunstancias inesperadas, ni por las consecuencias de haber practicado la disciplina.
Los obispos deben defender la verdad de Cristo en lugar de hacer leyes basadas en sus opiniones.
Conclusión.
- A. Heb. 13:17, darán cuenta. Por eso, deben imitar al pastor de Luc. 15:4. Los pastores deben leer Ezeq. 34:1-6 y recordarlo.B. Que no sean legisladores (Sant. 4:12); es decir, que no impongan sus propias opiniones sobre la iglesia como si fueran leyes (Rom. 14:1).
C. Las ovejas deben respetar a sus pastores (1 Tes. 5:12, 13); y estar sujetas a ellos (Heb. 13:17). “Contra un anciano no admitas acusación sino con dos o tres testigos” (1 Tim. 6:19).
D. “Los ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por dignos de doble honor, mayormente los que trabajan en predicar y enseñar” (1 Tim. 5:17, 18).
E. Su verdadera recompensa: “Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria” (1 Ped. 5:4).