Prosiguiendo a la meta: La Biblia para principiantes

La Biblia es un gran libro. También es un libro grande. Uno puede quedar bien perplejo al abrirla. Por eso, desafortunadamente, mucha gente nunca hace el esfuerzo de leerla a fondo. Con este artículo, espero disipar la noción de que la Biblia es algo fuera del alcance del la gente “regular”. La Biblia no fue escrita solamente para los “cleros”, sino que es el mensaje de Dios para toda la humanidad. Por eso, yo quisiera ofrecer unas ayudas y sugerencias que tal vez le ayudarán a Ud. en su estudio personal.

La Biblia fue escrita por unos cuarenta autores durante aproximadamente 1500 años. Esto en sí es una maravilla. Es decir, ¿cómo es posible que tantos autores pudieron producir una obra maestra como la Biblia. Todos ellos eran de etnos variados, hablaban diferentes idiomas, tenían diferentes niveles de educación, y vivían en distintos países bajo distintos gobiernos. La maravilla está en la milagrosa coherencia que la Biblia tiene en sí–no se contradice. Otro prodigio semejante jamás aconteció en toda la historia del mundo, ni antes ni después de la Biblia.

 

La importancia de ella
Si a Dios le fue tan importante revelárnosla, ¿no debemos concederle el mismo respeto? Imagine Ud. que pasaría si el Dios Todopoderoso–él mismo–apareciera en cierta ciudad, partiera las nubes, bajara para dejar un magnífico libro dorado, y regresara al cielo. ¿Qué harían todos? ¿Harían caso al libro? ¡Por supuesto! A que todo científico y filósofo estaría leyéndolo y escudriñándolo noche y día. La cosa es que aunque Dios no escogió transmitirnos así su mensaje, no vale menos lo que dice, ni tampoco cambia el hecho de que vino de Dios.

 

¿Dónde comienzo a leer si yo conozco la Biblia muy poquito?
Surgen muchas preguntas acerca de la Biblia en la mente de los que tienen ganas de saber más de ella. Muchas veces uno intenta leer algo de ella, la abre a cierta página al azar, y empieza a leer. Otros empiezan desde Génesis 1:1–“En el principio creó Dios los cielos y la tierra.” Leen unos capítulos y pronto se cansan porque no les gusta leer y pronto se resignan decidiendo aceptar lo que diga su “pastor” o su “sacerdote”. Otra gente prefiere ir de repente al místico libro de Apocalipsis para saber cuando será el fin del mundo (como si eso fuera lo más importante). El estudio bíblico de esas maneras tan fortuitas valdrá poco porque le falta un plan de ataque. Además es provechoso saber algo del trasfondo histórico a veces para ganar el mejor entendimiento posible de lo leído.

 

Pero, ¿cuál Biblia?
Mucha gente querrá saber por qué hay tantas Biblias y cuál de ellas se debe usar. La verdad es que hay una sola Biblia, pero existen montones de traducciones y paráfrasis de los manuscritos originales. Hay traducciones mejores que son muy fieles al original. Por otra parte, hay “versiones” que representan más la interpretación de los traductores que el texto original. Yo prefiero usar la versión Reina-Valera (1960) en las citaciones aquí.

Algunos quizás quieran preguntar, “¿No hay una Biblia católica y una Biblia protestante?” La diferencia más evidente es que la Biblia católica tiene libros adicionales que generalmente son llamados libros apócrifos. Lo que dicen los demás libros es básicamente igual, solamente que son diferentes traducciones. Leyendo la una o la otra, uno puede y debe llegar al mismo entendimiento con respeto a su mensaje total.

 

El antiguo testamento
La Biblia se divide en secciones, la división más obvia siendo la de entre los dos testamentos. Como su nombre indica, el antiguo fue escrito primero y fue para el pueblo escogido de Dios, los judíos. Narra historia, exige leyes divinas, y contiene poesía, salmos, y profecías. Nos relata el origen del universo en que vivimos además del nuestro propio. Nos explica como el pecado entró en el mundo. Guarda las antiguas profecías acerca de Cristo, su reino (la iglesia), y la salvación que había de venir.

 

El nuevo testamento
El Nuevo Testamento, entonces, es lo que nos pertenece a nosotros. Los cuatro libros de Mateo, Marcos, Lucas, y Juan tratan de la vida de Cristo, la cual es un modelo para la nuestra. El siguiente libro, Hechos, cuenta la fundación de la iglesia, la difusión del evangelio, los primeros conversos al cristianismo, y el establecimiento de congregaciones en varias partes. Los 21 libros siguientes (desde Romanos hasta Judas) son cartas inspiradas escritas a cristianos. (La mayor parte de ellas vinieron de mano del apóstol Pablo.) El último libro, Apocalipsis, es un libro profético.

Fue escrito, entonces, originalmente para los cristianos del primer siglo. Pero, con los dos mil años que han pasado ya, y con todos los cambios en la sociedad, ¿no necesitamos revelaciones más actuales, más al corriente? ¿Habrá algún día un “nuevo nuevo testamento”? Claro que no. El nuevo no fue dado simplemente porque el antiguo estaba anticuado, sino que éste contenía profecías que carecían de su cumplimiento. Y, más importante, el medio de la salvación todavía era un misterio no revelado en aquel entonces. Al nuevo testamento, falta nada de eso; es completo y entero. Hasta condena con fuertes palabras a cualquiera que anuncie otro evangelio, ¡aunque sea un ángel! (Gal 1:8-9)

La epístola a los hebreos menciona cuando un testamento se pone en vigencia: al morir el testador (Heb 9:15-17). Cuando Cristo murió, entonces, el antiguo fue clavado junto con él en la cruz (Col 2:14) y comenzó el nuevo. ¿Para qué sirve el antiguo, entonces, si no está en vigencia actualmente? El libro de Gálatas nos dice que fue un ayo para llevarnos a Cristo (Gal 3:24).

 

El contexto
Un concepto bien pero bien importante para el estudiante de la Biblia es el del contexto. Tantas falsas ideas han sido promulgadas por sacar un versículo fuera de su contexto. Por ejemplo, ¿Qué si alguien anduviera predicando que todos tenemos que construir un barco gigante? Se pudiera decir que es mandamiento de Dios, citando Génesis 6:14:

    “Hazte un arca de madera de gofer; harás aposentos en el arca, y la calafatearás con brea por dentro y por fuera.”

¿Cuál sería el problema, pues? Por supuesto, el problema es sacar un versículo fuera de su contexto natural. Ese mandamiento fue dirigido a Noé. Para nosotros, esos versículos relatan la historia y nos enseñan principios, pero no nos dicen que hacer. Esto es muy fácil de entender, sin embargo, esto es uno de los errores más comunes en la interpretación de la Biblia. Por ejemplo, hay quienes dicen que tenemos que guardar el sábado hoy en día porque es parte del decálogo (“los diez mandamientos”). Pero ellos no se dan cuenta de que esos mandamientos solamente fueron parte del pacto entre Dios y los israelitas y nunca fueron dados a las naciones gentiles. Así que, para entender correctamente cualquier pasaje de escritura, hay que saber el contexto: ¿a quiénes fue escrito? ¿cuándo? y ¿por qué?

Aplicación: Ahora bien, ¿dónde buscaría uno para información acerca de la iglesia? ¿Dónde buscaría para saber como ser salvo? ¿Para leer de la creación del mundo? ¿Para leer de la historia de los israelitas? ¿Para establecer la normas del culto de la iglesia? ¿Para leer de la vida de Cristo? Con este conocimiento básico que establecimos ya, debemos poder contestar estas preguntas.

 

¿Para que estudiarla?
¿Por qué es importante la lectura bíblica? La Biblia dice que vamos a ser juzgados por las palabras de Cristo (Juan 12:48), pues, ¿no debemos conocerlas bien? Porque si confiamos en un pastor, predicador, sacerdote, o en cualquier otro ser humano, ¡estamos poniendo a mucho riesgo nuestra salvación! Es cierto que Dios utiliza individuos para comunicar el evangelio, pero ellos son solamente nuestros guías. Actualmente, ellos no son fuentes de revelación personal. En el caso del eunuco etíope (Hch 8), él estaba leyendo y Felipe vino a guiarle (Hch 8:31). Pablo escribió que Dios puso el evangelio en “vasos de barro” (2 Cor 4:7), dándonos a entender que nos lo encomendó para enseñar el camino a otros. “…¿Y cómo oirán sin haber quien les predique?” (Rom 10:14)

 

Un buen comienzo
Para un principiante, pues, un buen comienzo sería leer una de las cuatro biografías de Cristo (el libro de Juan, por ejemplo). Todas son fáciles de leer y esto requiere solamente unos días o quizás horas. Y si Ud. está buscando de verdad, comience primero con una oración que Dios le guíe en su estudio al entendimiento espiritual. Después, lea la continuación que habla de los primeros creyentes: el libro de Hechos. Con esto Ud. debe saber como ser salvo, lo que es la iglesia, como uno llega a ser miembro de la iglesia, etc. Después, estudiando las epístolas, uno irá aprendiendo más y más de las virtudes cristianas durante toda la vida. También comprenderá siempre mejor el evangelio y la iglesia.

 

La Biblia nos expone el plan de salvación
El mensaje clave de la Biblia es que Dios nos creó, que nosotros caímos por el pecado, y que Dios nos otorgó el medio para estar reconciliados de nuevo con él. Seguramente todos estamos conscientes de nuestros propios pecados–nadie es perfecto (Rom 3:23). La Biblia dice que primeramente tenemos que creer porque “sin fe es imposible agradar a Dios” (Heb 11:6). ¡Esto quiere decir que ninguna acción de nuestra parte puede agradar a Dios a menos que sea motivada por la fe! Sabiendo que todos hemos pecado, tenemos que sentir un remordimiento sincero por haber violado la ley de Dios (Hch 2:37-38). Después, es necesario confesar el nombre de Cristo como el Hijo de Dios (Rom 10:10) y ser bautizado para perdón de los pecados (Hch 2:38; Mar 16:16). Al que acude, Dios le añade a la iglesia (Hch 2:47), el cuerpo universal de los salvos. Uno que se convierte de corazón siempre tendrá ganas de aprender más y de mejorar su vida, modelándola conforme a la de Cristo. Jamás cesará el deseo de ser discípulo.

Pero le ruego que no acepte lo que digo yo, sino que Ud. mismo haga un estudio detallado de la Palabra de Dios, especialmente estas escrituras, averiguando personalmente estas cosas para ver si son así (Hch 17:11). ¡Que Dios nos bendiga y que nos conceda un buen entendimiento de Su Palabra!

Su servidor,

Stephen Houchen

El propósito de este artículo fue para explicar un poco de la organización y el mensaje de la Biblia. También fue para subrayar su importancia ya que ella es el plano que define lo que es un cristiano, lo que es la iglesia, la manera de ser salvo, etc. Si Dios quiere, en el mes que entra el tema para esta página mensual será “¿Qué es ser cristiano?”

Author: Houchen, Stephen